esos momentos de frenesí.......

En un local de Santiago, Ana O se encuentra con un perfecto desconocido en un entretenido bar de la ciudad gótica. Lo comienza a mirar con deseo, ya que el señor X resultó ser todo un bicho raro y eso a ella le provocaba una mezcla de alegría y placer, porque encontrar tales especímenes en la ciudad posmoderna es prácticamente imposible.
Así, en el devenir de la noche, ambos seres mutantes tomaron vino por doquier hasta embriagarse de emoción. Se confesaron las verdades más íntimas, las fantasías más escabrosas, los placeres más ocultos....cada vez se miraban más lujuriosamente.
Continuaba transcurriendo el tiempo, se fueron a recorrer en auto la ciudad, parando en un extraño lugar para poder compartir el deseo de compartise.
Ana O besaba copiosamente el cuerpo del Sr K, y este la miraba embelesado, ambos sintieron en esa fracción de segundos, que se entregaron la vida por entero, en esa cápsula de tiempo intenso. Ana O se sentía viva y el Sr K con miedo, miedo de que estaba llegando el fin de el encuentro.
Miedo de qué?, señalaba Ana, ¿de vivir?, ¿de soñar?, al diablo, sigamos en este ritual intenso .......